Flota como una mariposa, pica como una avispa.
Mohamed Ali
La guerrilla nómada es lo opuesto de un ejército […] Combate para convencer, no para vencer; para la diversidad, no para la identidad; para transformarse antes que nada a sí misma en el espacio renovado por el viento del que es vector, no para plasmar el mundo a su imagen y semejanza. El viento no se conserva, simplemente sigue soplando, erosionando y moviendo las formas sólidas al mismo tiempo que se desvía.
Wu Ming 4
En el encuentro de acampadas, las demás ciudades nos contaron las miles de acciones puestas en marcha, sólo en dos semanas de movimiento:
Okupación y precinto de sucursales bancarias y oficinas del INEM, detención de desahucios, pasacalles con caceroladas, mercadillos de trueque, retirada de dinero en sucursales para que se queden sin liquidez, seguimiento de políticos y bloqueo de actos institucionales… Y performances de enorme imaginación: “desmayos” y “gritos” colectivos en espacios concurridos, hulahops a la entrada de oficinas bancarias (para que la gente “pase por el aro”), repeticiones teatrales del desalojo de Barcelona, mítines del “partido de la banca”, “entierros de la democracia” con plañideras, entrega de CV a los partidos que prometen empleo… Un alarde de imaginación y ganas de estar juntos que señala a los culpables, al tiempo que se comparten otras formas de habitar el espacio público.
En Madrid, las dimensiones metropolitanas, el peso específico de la acampada (el tiempo necesario para su gestión, el debate sobre las propuestas de levantarla) y el trabajo por barrios ha hecho que hasta ahora no se multiplicaran las intervenciones de este tipo. Y ya es hora. Después de tomar Sol y de tomar las plazas de los barrios, toca tomar Madrid; transformar la acampada en un movimiento continuo, que las acciones propuestas desde los barrios, simultáneas y consecutivas, descentralizadas y “todos a una”, produzcan un efecto multiplicador, no predefinido ni pensando por una mente superior, sino consecuencia de las miles de personas que queremos una transformación profunda de lo que hay.
Como en otras ocasiones, este tipo de guerrilla es más eficaz que la forma-trinchera (como era la acampada); las guerrillas son móviles, atacan lugares claves, funcionan de forma autónoma pero suman sus efectos, son difíciles de parar, de controlar, de anticipar. No guerrillas que se piensan vanguardia, sino guerrillas de gente normal, de “los de abajo”, que defienden formas de vida, que conocen el terreno: enjambres de avispas que saben dónde y cuándo picar. Que están por todas partes, flotando, y así esquivan los golpes; y que vuelven una y otra vez, y al señalar las verdades, pican y escuecen. Ser rápidos y punzantes como avispas, ser ligeros y tranquilos como mariposas, con el espíritu firme de los que se saben con razón y aspiran a ser más.
http://madrilonia.org
#tomalaciudad
#tomamadri
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